Prueba a morder el viento
cuando despeine tus cabellos;
a ser como agua indemne
entre los jirones plúmbeos del alma.
Prueba a adivinar las sorpresas
que esconde la memoria;
a armonizar tus sueños
con el reflejo gris de la existencia.
Prueba a besar tus pies
sin mirar hacia abajo,
llegar antes que el tiempo,
más tarde que la muerte.
Prueba a buscar el fuego
en la calma aparente de la nieve;
a recostar la cabeza un segundo
en los puntos ciegos de la jornada.
Si la vida arquea tu espalda, prueba a ser aire;
si no lo consigues, prueba otra vez.
Saludos con el viento.