Dedicado a Juan
Y si llamas a
la puerta, viajero,
escucharás tu
voz
al fondo del
pasillo, desde el piso de arriba,
preguntando
quién eres.
Y si insistes,
viajero,
arroja al suelo
tu capa, descúbrete.
Tu interior
logrará reconocerte.
Saludos con el viento.