Probé a estar cerca del agua, del barro,
alumbrar la carne, que se elevase
a una aventura mística.
Apenas quedaban carne y barro sin conjeturas;
locura, sin pauta de cómo volverse loco;
agua, sin análisis de su transparencia.
Pruebo a cerrar los ojos; soy del barro, de carne.
Busco morir sin que esté calculado
hasta el último de mis suspiros.
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Saludos con el viento.